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Rafael Cortázar.
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noviembre 2, 2025 a las 9:15 am #518
En este escrito, Rafael nos lleva paso a paso por el proceso que todo criador debe dominar:
🥇 la formación de los lotes,
🌾 la alimentación adecuada,
💡 la iluminación y el ambiente,
🎵 la observación de los giros y la calidad del sonido,
🧠 la influencia del cerebro y la edad en el canto,
📓 y hasta el papel de los biorritmos en el rendimiento de los pájaros.Todo explicado con la claridad, el humor y la pasión que caracterizan a La Cocina del Roller, donde cada detalle importa y donde el canto de un Roller es mucho más que un sonido: es una obra de arte viva.
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noviembre 2, 2025 a las 9:20 am #519
PREPARACIÓN DE LOS EQUIPOS PARA CONCURSO
Por Rafael Cortázar Casado.En España, a primeros de noviembre, los criadores de canarios Roller están poniendo en marcha una tarea muy importante para ellos y sus canarios: escuchar a los nacidos este año y, por supuesto, a sus adultos.
En escritos anteriores recomendaba agrupar a los noveles por familias y por edad en jaulones de un metro. Una vez pasado en octubre todo el proceso de reducción de espacio y de adaptación a la jaulita de concurso —cuyo fin principal era evitar al máximo que el estrés perjudicara a los jóvenes—, ahora ya los tenemos en su espacio, preparados para que empiecen a contarnos cosas.
Los mismos cuatro pájaros que convivieron en el jaulón de metro, en un principio, serán los que formen un lote de cuatro jaulas. Cada jaulón será un lote. Cinco jaulones serán cinco lotes.
Alimentación y cuidados iniciales
El canario en la jaulita va a necesitar algunos ajustes en cuanto a la alimentación se refiere. Un espacio tan reducido, con escaso ejercicio, requiere otra dieta. La mezcla de grano será: alpiste en tres cuartas partes y nabina roja en una cuarta parte. En función de la situación geográfica se debería ajustar la proporción. Recuerdo haber leído que en Alemania los tenían solo con nabina como base de su alimentación; sería por la temperatura.
La nabina estimula el canto, favorece la dilatación de los distintos elementos que participan en la conformación del sonido y, como consecuencia, suaviza la calidad del mismo. Dos días por semana (jueves y domingo, por ejemplo) se les debería poner en un golosinero pasta de la que habitualmente comían. En los otros cinco días de la semana, yo particularmente les pongo nabina hervida, y se lo explico.
Por la noche, el día antes, pongo en un cazo con agua la nabina en remojo, en la cantidad estimada según los ejemplares que tengo enjaulados. Permanece en remojo toda la noche y por la mañana le doy un ligero hervor, no mucho; luego la paso a un colador, la limpio debajo del grifo y la dejo escurrir un rato.
La sorpresa viene cuando compruebo que los canarios solo se alimentan con ese golosinero de nabina hervida; el comedero con la mezcla de semillas ni lo tocan. Lo que me llama la atención es que mis canarios son unos copiones: resulta que se alimentan solo con nabina, igual que los alemanes, a pesar de que aquí no hace tanto frío. ¡Qué cosas!
Ahora que está cambiando el tiempo a más frío —la época de los catarros— y ya estamos tirando de más abrigo, si tienen la mala suerte de que los canarios se queden afónicos o con la voz rozada por el frío, pueden aprovechar y utilizar la nabina hervida como curativa. Solo tienen que cambiar el agua del remojo y el hervor por una infusión de regaliz. Durante toda la noche, la nabina en remojo absorberá el regaliz y sus propiedades antiinflamatorias aliviarán la afonía.
Dos días por semana se les pondrán unos gajos de manzana.
En cuanto a la iluminación de la estancia donde están los enjaulados, hay que procurar que no sea excesiva, pues los alteraría sin necesidad: la excitación no es buena. Nos interesa que estén relajados y tranquilos. Tampoco es buena una penumbra excesiva, ya que el equilibrio neurohormonal se relajaría demasiado y el instinto de territorialidad —y, como consecuencia, el canto— se vería afectado.
Todavía están en proceso de formación y es pronto para someterlos a cambios bruscos.
Hablando de alimentación: en cuanto a las “niñas”, que no les falte de nada. Sus sesiones con el fisio, su manicura, peluquería, baño diario, pasta diaria, fruta, verdura, brócoli, guisantes… Bueno, el chocolate que tanto les gusta a nuestras mujeres, eso no se lo pongáis a las canarias; no sé qué efecto les puede ocasionar. Tenemos que ponerlas muy guapas y con buenas reservas de aquí a la primavera.
Inicio de la preparación de los lotes
A finales de octubre ya estarán en lotes de cuatro, sin verse unos a otros; su instinto de territorialidad se va despertando. Cantan, pero no de forma completa y contundente: todavía no llegan. Es pronto para ponerlos encima de la mesa a cantar. El criador debe sentarse delante de ellos, donde estén todos ubicados, y limitarse a escuchar a los componentes del coro. Los canarios se tienen que habituar a su presencia y, a medida que vayan conociéndose y cogiendo confianza, irán entrando todos en la canción.
No crean ni esperen que en un principio los canarios vayan a ser buenísimos. Esta primera escucha global sirve principalmente para apartar ejemplares que emitan algún sonido que no guste al criador, teniendo siempre en cuenta que son muy nuevos y hay que esperar la evolución del animal. Ya queda menos para que nos ofrezcan su mejor canto.
Pasada una semana de acomodo, es hora de ponerlos encima de la mesa. En un principio se pueden poner un par de lotes a la vez; se animarán unos a otros y empezarán a cantar, con un separador entre los dos lotes para que no se vean y una tablita en la jaulita de arriba. Todas las jaulitas deben llevar el número de anilla del canario. No estarán mucho tiempo: unos diez o quince minutos. No hay que agobiarlos; están en proceso de adaptación, y el criador igual.
Hablando del criador: debe buscar un cuaderno y un lápiz. Hay que apuntar todo. Lo primero que debe anotar es la fecha de nacimiento de cada canario; la necesitaremos más adelante. En lo primero que vamos a poner nuestra atención es solo en la calidad del sonido que emiten los ocho jóvenes que tenemos delante. Si los cuatro canarios que forman un lote son de la misma familia, posiblemente el tono de sus voces será muy similar.
Si los otros cuatro que tiene al lado no son de la misma familia, el sonido podría ser distinto. Todo anotado.
Una vez que haya oído a todos los canarios un par de días, puede cambiar los lotes iniciales y poner, en días sucesivos, los más parecidos en cuanto a voces se refiere.
En unos cuantos días escuchándolos acabará captando sin ningún problema si el sonido es igual o hay diferencias entre ellos.Debe notar si se oyen las consonantes muy marcadas (más bien duras, buscamos solo sonido) sobre las vocales: a ver cuáles predominan. Son preferentes la O y la U; si aparece la I, no se alarmen, podemos tener un Klingelroll o un Klingel. Las que deben saltar las alarmas son la A, E y sonidos desagradables que no le gusten (todo anotado).
El sonido es grave, profundo, hueco o superficial: todo esto es una primera toma de contacto. Los canarios no están hechos; irán cambiando. Habrá algunos que ni se han estrenado, no han cantado; hay que tener paciencia, irán entrando. De estas primeras escuchas a las que oirán dentro de un mes habrá bastante diferencia.
De momento no se debería cambiar ningún ejemplar de los lotes. Los pájaros ya se conocen entre ellos porque han estado conviviendo en el jaulón de metro, incluso cuando ocupaban su espacio individual. No es conveniente separarlos: deben seguir juntos para facilitarles la adaptación a su nueva circunstancia.
El criador nuevo también necesita controlar todas las variables y no es hora todavía de liarse más cambiando pájaros de sitio. De momento no deshaga los lotes iniciales.
Ahora es tiempo de anotar todo lo que se observe en cuanto a la calidad de voz, el número de anilla de cada pájaro y la calidad del sonido que emite, al mismo tiempo que el fenotipo que tiene: si es cabezón, longitud del cuello, pechón o estrecho y finito, si se tumba en el palo para cantar… En fin, todo lo que observe hay que tenerlo en cuenta, ya que son sus características anatómicas las que influyen notablemente en el sonido que percibe, entre otras. En la hoja de cada canario debe quedar todo reflejado.
Una vez anotada la calidad de sonido de todos los ejemplares y sus anillas, ha llegado el momento de centrarse en la forma de emitir los distintos giros que nos están regalando cada uno de ellos.
Los giros del canto
Recuerden: giros continuos, semidiscontinuos y discontinuos.
- Giros continuos.
La nota reina del repertorio: el Hohlrollen. Céntrense, en un principio, solo en un canario, hasta que puedan apuntar en el cuaderno lo que está diciendo. Es la r y la o, un sonido rodado, continuo. ¿Es corto (rororo) o largo (rororororororo)? ¿Con la O o con la U? ¿Suena raro, con otra vocal? Todo apuntado. ¿Es recto o aprecia una ligera oscilación hacia abajo, o lo ondula? Todo apuntado. A continuación, cambiará el sonido: probablemente será más ronco; se percibe más la R y la O, pero conjuntamente irán incluidas las consonantes K, N, R. Estamos escuchando otra nota continua: el Knorr. Puede sonar más o menos
largo: todo anotado. - Giros semidiscontinuos.
Asocien el sonido que escuchan con los giros que conforman el canto del Roller. Enseguida notarán la diferencia entre un giro continuo y otro que se emite como a borbotones: no suena con continuidad. Estamos ante un sonido semidiscontinuo, el Hohlklingeln. Sonarán las vocales O y U y la consonante L, casi imperceptible. Comprobarán que no todos los ejemplares la emiten igual; serán de distintas calidades. - Giros discontinuos.
Aquí el sonido se emite a golpes: uno, otro y otro, al menos tres. Con las vocales O y U, aunque según la calidad del “violín” que esté tocando puede sonar con otras vocales no válidas (A, E, I), o incluso la temida “flauta”, la mala. Aunque sea un criador novel, enseguida le llamará la atención una flauta fuera del contexto. La consonante buena que estará presente será la D.
Tienen otro giro continuo que ya no es muy frecuente, pero sería una suerte (al menos para mí) que sonara en mi criadero: un sonido rulado pero con la vocal I junto con la consonante R, el Klingelroll. Lo van a detectar rápidamente, y con un poco de suerte hasta puede que les suenen unas campanillas, como aquellas que usaba el monaguillo de la iglesia: es el Klingel, vocal I con la consonante L.
Estos dos últimos giros deberán ser emitidos sin que se oigan en exceso sobre el resto del tono general; mejor que estén, pero más bien bajitos, sin destacar. Si se emiten con volumen superior, corren el riesgo de percibirse como sonidos agudos, no deseados.
Anotando todo lo que perciban lo necesitarán para luego formar los equipos. La finalidad de todo este trabajo es buscar cuatro ejemplares que tengan la misma calidad de sonido y la misma forma de emisión de los distintos giros. No pondremos en un lote un canario que alargue el Hohl con otro que lo emita cortito; deben ser muy similares. Lo que buscamos son los más parecidos en cuanto a voces y forma de emisión: tenemos que buscar cuatro ejemplares que suenen como si solo estuviera cantando uno.
No olviden que lograr una obra de arte, como es el canto de un Roller, formar un buen coro, no está al alcance de todos. Es más bien difícil, tanto para los canarios como para el canaricultor. No hay que desanimarse.
En unos días escuchando sus canarios y anotando en el cuaderno, ya sí pueden pensar en cambiar algún ejemplar que claramente esté en un sitio equivocado, buscando otro lugar que se asemeje más a su canto. Pero repito: no toquen todos los equipos. Hay que esperar, sin prisas; estamos aprendiendo. Hay más cosas a tener en cuenta antes de conformar los equipos definitivos.
Los responsables del canto: núcleos cerebrales y edad
Voy a explicarles una comparación.
Hace ya unos años, yo daba clases de pintura artística en una academia de arte, y una de mis premisas era que los alumnos no podían limitarse a copiar una foto para pintar un cuadro. Por lo general, aunque no todas, las escuelas suelen usar ese método de copiar fotos para enseñar a pintar a personas que empiezan. En niveles más avanzados ya copian modelos del natural.
Yo no les permitía copiar de fotos a los noveles en pintura, y les explicaba: el lado derecho del cerebro tiene la capacidad de crear, y el lado izquierdo la capacidad de ejecutar. Los alumnos que llevan tiempo siempre copiando de una estampa resultan tener su lado derecho dormido, por no decir atrofiado; no lo usan, al menos en la pintura, se lo dan todo hecho.
Les permitía copiar del natural una naturaleza muerta, por ejemplo, un bodegón sencillo, simple, o una sola forma orientativa. El trabajo consistía en interiorizar dicha forma. Por tanto, pasados unos quince minutos de exposición, les quitaba el modelo y tenían que terminar el ejercicio sin él. La sorpresa aparecía al final de la clase: ninguno de los trabajos se parecía al modelo inicial. De doce alumnos, podían ser aceptables dos como mucho; el resto dejaba mucho que desear. Incapacidad total para plasmar un simple zapato de tacón de una señora, y eso que todos sabían cómo era. Incapaces de representar en un campo visual una forma. Todos los cuadros eran distintos; ninguno igual.
Conclusión: la capacidad creativa de esos lados derechos del cerebro era nula, estaba adormecida, atrofiada de no usarla. La capacidad de nuestro cerebro es algo que se hereda y tiene su potencial, pero si no se usa para algo concreto, se atrofia. Se puede recuperar si se le pone en marcha. Aprendieron bien la lección: no quisieron volver a copiar de estampas.
En el canario, el control del canto viene dado por unos núcleos o lóbulos cerebrales que crean; son los responsables, específicos, que influyen notablemente en la función de su canto. Esa capacidad es heredable.
Junto con la dotación genética a nivel de núcleos cerebrales respecto al canto, tenemos un complejo mecanismo fisiológico que incluye un sistema de producción hormonal, los factores medioambientales del criadero y otra condicionante: la edad del animal. Todos juntos, al unísono, forman un paquete responsable de que nuestros canarios alcancen el canto que buscamos.
He mencionado la edad. Para esto necesitábamos la fecha de nacimiento de cada uno de los ejemplares.
Los núcleos cerebrales, desde su nacimiento, han estado presentes; se han ido desarrollando acorde a la edad. El canto del canario hasta ahora ha sido rudimentario; ha pasado por distintas fases propias del desarrollo de esos núcleos, normal en el crecimiento del animal.
Es cuando llega a los seis meses de vida cuando empieza el máximo desarrollo cerebral, que se prolongará hasta los ocho meses. Será cuando el canario empiece y acabe desarrollando su canto adulto.
Es ahora, en estas fechas, cuando se está llevando a cabo ese máximo desarrollo a nivel cerebral, claro está, en función de la edad que tenga cada ejemplar.
No podemos pretender que un canario de la última puesta, con cinco meses (equivalente a ocho años en un joven humano), se ponga a cantar en un lote con ejemplares que tengan ya siete meses de vida (equivalente a once años). Sus cerebros no están en las mismas circunstancias. En la edad de un canario, un mes o dos de diferencia es poco tiempo, pero fisiológicamente lleva sus ritmos, y nosotros no podemos cambiarlos.
Lo ideal sería agruparlos por fechas de nacimiento, para que estén en las mismas condiciones. Para que funcione el coro deberíamos ajustar las edades de los cuatro canarios: será una forma de que el criador ponga su granito de arena en la
colaboración del equipo.Formación del equipo
Una vez tengamos anotadas, de cada ejemplar, la calidad de sonido, la forma de emitir y la edad, podremos pasar a una primera aproximación en la formación de un equipo.
Repito: buscamos misma voz, misma forma de emitir y fechas de nacimiento cercanas.
En la base de la torre del equipo (posición D) pondremos al canario con más carácter, ese que no se calla aunque lo metamos debajo de la cama, con más volumen de voz: será el que arranque al equipo, el que primero empiece a cantar.
En la posición C pondremos al mejor cantor de los cuatro, el de mejor voz y mejor forma de emisión. Estará en la posición que coincide con la altura visual del juez, para que no se le escape. No debe arrugarse al marcar su territorio ante el que tiene debajo, que le hará frente.
La posición B será para el canario que sea similar al D (base de la torre), con algo menos de volumen.
Y la posición A será para el más tímido: estará menos presionado, por encima no tiene a nadie, y eso le ayudará a suplir su falta de carácter o timidez.
En ocasiones pueden encontrarse con que los cuatro ejemplares del lote son canarios con mucho carácter y, cuando cantan, el resultado no es muy agradable. En realidad, no están cantando: se pelean continuamente tratando de imponerse. El criador nota que no suenan bien; se están peleando, no cantan.
Una forma de actuar sería poner, un par de días o hasta que se calmen, abajo en el lote (posición D) un macho adulto que pondrá orden y calmará a los jóvenes.
Otra forma sería cambiar a otro lote, si fuera posible acoplar uno de los más fogosos, o incluso cambiar las posiciones dentro del lote, lo que a veces consigue que se admitan entre sí. Si las peleas se perciben en otros lotes, habría que revisar la iluminación de la estancia: bajarla un poco ayudaría a calmarlos. También puede darse la circunstancia de que hay un ejemplar en el lote que está “vagueando” y no canta. Tranquilos: podemos estar ante un desfase en el biorritmo del animal, cosa totalmente normal.
Yo nunca tapo ni pongo a oscuras a mis canarios. Me interesa que canten sin tapujos, que me digan lo que realmente llevan dentro, su bagaje genético. Si “dicen palabrotas”, se apartan y se espera que se les pase el cabreo.
Lo que sí hago es que, una hora antes de que les toque salir a cantar en la mesa, les pongo unas tablitas delante (como se ve en la foto) para que se calmen y estén tranquilos. Las jaulitas están separadas de la pared, y el separador entre los lotes está forrado de corcho, todo pensado para evitar en lo posible la reverberación del sonido.
Cuando cantan, el sonido rebota, les molesta y, como consecuencia, bajan el volumen de emisión, cosa que a mí personalmente no me interesa.

Los biorritmos
En alguna ocasión he oído comentar a criadores que participan en los mundiales: “Qué mala suerte, me ha fallado un pájaro en el equipo bueno”. Pues la culpa no la tiene el canario: puede darse la circunstancia de que ese animal tenga su biorritmo distinto al resto del lote.
Todos los seres vivos estamos sometidos a esta particularidad, incluso las plantas: la luna manda.
Biorritmo alto: pájaro a tope en su canto.
Biorritmo bajo: pájaro tumbado en el tresillo viendo la tele.A nosotros también nos suele pasar.
Estamos a finales de octubre y el Mundial suele ser en enero; tenemos dos meses por delante, y es ahora cuando estamos entrenando. Debemos anotar en el calendario cuándo están bien los canarios que destaquen como posibles seleccionados. Nos interesa saber cuándo están a tope y cuándo flaquean.
Como sabemos los días de enjuiciamiento, considero una torpeza mandar un canario que en esas fechas no estará en su mejor momento. En dos meses se ve el ciclo de los biorritmos, claro está, si tienen la curiosidad de anotarlo.
También se puede calcular el biorritmo del canario con una fórmula matemática, para lo cual se necesita, sí o sí, su fecha de nacimiento. En este sentido, el criador puede ayudar a ganar a su mejor lote.
A propósito: si han tenido la paciencia de hacer los lotes por fechas de nacimiento similares, también tendrán el lote por biorritmos, puesto que tendrán edades muy parecidas.
Bueno, esto de preparar un lote de cuatro canarios para que canten también es una obra de arte. No tiene nada de fácil. Con el tiempo y la ayuda de los canarios se puede aprender: tiene muchos palos que tocar.
Seguro que se me han escapado algunos detalles; de momento lo dejo aquí. Espero que, al menos, sirva de alguna manera como orientación y que, poco a poco, con el paso de los años, vayan formando su propio método, que en definitiva es lo que realmente interesa: su propio método de trabajo.
En el próximo escrito empezaré con nociones básicas de genética, por si pudieran ser de utilidad con vistas a la preparación de la cría. Esto será después del Mundial.
Un saludo.
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